Luego de una serie dimes y diretes, Elon Musk finalmente logró concretar la adquisición de la red social del pajarito en 44.000 millones de dólares.

Los nuevos rumbos de Twitter tras la compra de Elon Musk

“El pájaro ha sido liberado”, fue lo primero que publicó en su cuenta de Twitter Elon Musk, el pasado 27 de octubre, apenas compró la polémica red social.

Luego de una serie dimes y diretes, que comenzaron con los rumores de la compra a fines de abril de este año, Musk finalmente logró concretar la adquisición de la red social del pajarito en 44.000 millones de dólares.

Una vez en el trono, el hombre más rico del mundo despidió a la planta directiva de Twitter, comenzando por el director ejecutivo, Parag Agrawal; al director financiero, Ned Segal y a la encargada de asuntos jurídicos, Vijaya Gadde.

La polémica llegada de Musk a Twitter ha dejado a varias personas sin trabajo (Jack Dorsey, el creador de Twitter, salió a pedir disculpas públicas por este hecho), lo que se ha traducido también en un exilio de usuarios a otras redes sociales similares.

Dichos despidos de la planta alta de Twitter podría ser parte de una estrategia para recuperar la inversión realizada, al tener así el camino despejado para implementar nuevas medidas éticamente cuestionables y todo en nombre de la libertad de expresión, que tanto celebran en la extrema derecha norteamericana, ya que podría ser una oportunidad para que Donald Trump vuelva a tener chipe libre para plantear su discurso de odio en este espacio virtual.

Libertad de expresión

“Es importante para el futuro de la civilización tener un espacio público en línea en el que una gran variedad de opiniones puedan debatir de manera sana, sin recurrir a la violencia”, escribió el autodenominado Chief Twit (juego de palabras con tweet e idiota) a las marcas para tranquilizarlas respecto a las nuevas medidas que se irán tomando en la compañía.

Se sabe que Twitter es un espacio donde las polémicas están al orden día, con opiniones divididas y otras tantas generadas por bots para desinformar; no obstante ello, Musk se ha preocupado de calmar la incertidumbre al asegurar el respeto a la libertad de expresión de sus usuarios. 


Musk ha asegurado que no compró Twitter para aumentar su holgada fortuna, sino más bien por “tratar de ayudar a la humanidad”.

¿Y esto cómo lo lograría?

Tal vez flexibilizando la moderación de los contenidos que se publiquen en Twitter, lo que ha sembrado la duda en algunos usuarios/as ya que podría ser una medida que provoque un aumento de las desinformaciones, como también el abuso y las faltas de respeto en dicho espacio.

Éxodo

Desde que Elon Musk compró Twitter, muchos/as usuarios/as han migrado a Mastodon, red social gratuita con características parecidas, pero que solo lleva seis años en el mercado.

Según estadísticas de esta aplicación, ya son más de 489.000 los nuevos usuarios/as que se han cambiado en las últimas semanas, alcanzando una no despreciable cifra que supera el millón (que, no obstante, no le llega ni a los talones a los 238 millones de usuarios activos diarios de Twitter).

En teoría, Mastodon y Twitter tienen muchas similitudes: los y las usuarios/as pueden escribir “toots” (mensajes) que se pueden contestar y dar “likes”, pero debido a la inesperada alta demanda de los últimos días, su funcionamiento ha estado con problemas.

“Aunque es agradable ver que tu trabajo por fin se toma en serio, las jornadas laborales de 12 a 14 horas que he tenido que hacer para manejar todo, son todo lo contrario”, se quejaba su fundador, desarrollador y director ejecutivo, Eugen Rochko.


Este crecimiento los ha pillado de sorpresa, por lo que Rochko se lamentó -cual circo pobre- de tener que hacerse cargo del desarrollo de software, la contabilidad, la atención al cliente, la gestión de proyectos, el diseño de productos y hasta las relaciones públicas de Mastodon.  

“Los retrasos en el procesamiento serán hasta que pueda tener en mis manos más hardware. ¡Lo siento!”, se disculpaba hace unos días Rochko.

Respecto del debate que ha surgido en torno al contenido con la compra de Twitter por parte del multimillonario dueño de los autos Tesla, Mastodon lo tiene más claro: su compromiso es mantener las conversaciones y discursos de odio y acoso alejados de su plataforma, para brindar mayor seguridad a sus usuarios/as.

En poco tiempo, ya se están observando los cambios en la nueva administración que lidera Musk. Por ejemplo, la implementación de un sistema de verificación de cuando una cuenta es oficial o no; esta distinción la recibirán cuentas de gobierno, figuras públicas, empresas y medios de comunicación.

Esta historia está recién comenzando. Mientras tanto, desde esta vereda del mundo, estaremos atentos a que los buenos deseos de Musk de ayudar a la humanidad se concreten y el pájaro pueda volar libre en la búsqueda de su mejor destino.

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