El 2 de abril de 1968 el cineasta estadounidense Stanley Kubrick estrenó una de sus obras maestras: 2001, una odisea del espacio.
Un clásico que tiene muchas lecturas sobre la evolución humana, que va desde la prehistoria hasta la era espacial, donde el dominio de la tecnología termina imponiéndose por sobre el hombre.
¿Cómo? A través de la supercomputadora dotada de inteligencia artificial, HAL 9000, cuyo objetivo es guiar a los astronautas que buscan descubrir los orígenes de la humanidad, pero que termina por engañar a los tripulantes para no ser desconectada.
Sin duda, es un film adelantadísimo a su época. Donde lo que se veía en pantalla parecía solo ser parte de la imaginación de un genio, pero mirada con detención (y mucha atención), parece ser una advertencia a los tiempos que nos está tocando vivir.
Hace unos días nos enteramos del ChatGPT y sus llamativas características, como responder preguntas realizadas por usuarios/as, adornar un currículum vitae, escribir poemas, traducir letras de otros idiomas o hasta descifrar la estructura de canciones de bandas como Rammstein cuando un youtuber le pregunta por la banda alemana.
Si bien aún está tendiente a errores debido a que necesita recopilar la suficiente información de ciertos temas que están en la web, cosa que ya está en marcha debido a la infinita curiosidad humana que está buscando respuestas que le proporciona esta inteligencia artificial, poco a poco se están sentando las bases de las nuevas formas de convivencia con este tipo de tecnologías.
La llegada del ChatGPT dejó obsoletos a Siri, Alexa y Google Assistant debido a que estos funcionan bajo sistemas de comando y control, lo que se traduce en comprender una lista limitada de preguntas u órdenes que están dentro de su código.
Increíble, ¿no?
¿Inteligencia artificial y política?
El descontento con la política es un fenómeno mundial.
Ante dicho panorama, en Dinamarca no se les ocurrió una mejor idea que crear un partido político para que fuera liderado por un bot manejado con Inteligencia artificial.
¿Su objetivo?
Captar adeptos.
Se trata del partido ‘Synthetic Party’, que está comandado Leader Lars, un chatbot con el que cualquier ciudadano puede hablar a través de Discord.
El objetivo de este líder creado con IA es captar la atención de los daneses que no votan y poner la tecnología en el centro del debate político.
“Nuestro objetivo a largo plazo es inscribir la inteligencia artificial para democratizar la tecnología”, explicaba a la prensa Asker Bryld Staunaes, miembro del grupo de artistas Computer Lars y del centro tecnológico MindFuture.
Si bien sus creadores aseguran que este partido no es de derecha ni de izquierda (¿les suena familiar?), su esencia parece instalarse en lo sintético, es decir, homogeneiza lo que parece contradictorio o dispar.
Mientras van sumando adeptos, ya están trabajando a toda máquina en la creación de una Internacional Sintética con “partidos hermanos” en diferentes países del mundo.
Ya no hay vuelta a atrás y el futuro parece haber llegado a la vilipendiada política.
Hola, me diste la vida: Soy Ion
Copiando el ejemplo de Dinamarca, en Rumania se dio a conocer la noticia que tendrán como asesor gubernamental a una inteligencia artificial (IA).
Se trata de Ion, un bot con IA y un procesamiento de lenguaje natural.
Al ser presentado ante la prensa como el nuevo asesor honorario del gobierno por el primer ministro rumano, Nicolae Ciucă, Ion saludó a los periodistas con un “Hola. Me diste la vida. Soy Ion. Ahora, mi papel es representarte. Como un espejo”.
“Ion hará, a través de la inteligencia artificial, lo que ningún ser humano puede hacer: escuchar a todos los rumanos y representarlos ante el gobierno de Rumania”, manifestó el primer ministro en aquella ocasión.
¿Sí? Y ¿Cómo lo hará?
Ion, que se encuentra encerrado en un espejo desde donde emite textos y mensajes de voz, “ayudará” a los ministros a tomar mejores decisiones basándose en los comentarios publicados por los y las rumanos/as en las redes sociales.
El debate ha comenzado.
¿Hasta qué punto será ético que inteligencia artificial se inmiscuya en la vida cotidiana de las y los ciudadanos/as en las democracias del mundo?
Black Mirror y una Odisea del espacio parecen habernos advertido de este tipo de sucesos, demostrándonos con creces que la realidad siempre superará a la ficción.
Y tú ¿Qué piensas al respecto?