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¿Qué estás pensando?
La pregunta anterior no es parte del diálogo de una pareja ad portas del fin de su relación, sino más bien es el enganche con el que Facebook (ahora Meta) trata de empatizar contigo cuando ingresas a la red social del multimillonario Mark Zuckerberg.
Hoy, más que nunca, los humanos estamos más expuestos (sobre todo nuestra información) debido a las diversas aplicaciones que nos permiten ser los generadores de nuestro propio contenido, transmitir ideas o simplemente comunicarnos.
Bullado es el caso de la consultora británica Cambridge Analytica, que utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de usuarios/as de Facebook sin su consentimiento y con fines políticos: en esa ocasión, Donald Trump salió electo como mandatario de EE.UU.
En ese entonces, la Fiscalía de Columbia reaccionó ante el descontento de los y las usuarios/s y terminó demandando a Mark Zuckerberg “por su papel en las engañosas prácticas de privacidad de Facebook y por su incapacidad para proteger los datos de millones de usuarios”.
Actualmente Zuckerberg sigue siendo cuestionado debido a las prácticas monopólicas en las que Meta (antes Facebook) estaría incurriendo, luego de la adquisición de Instagram y WhatsApp, dos de las aplicaciones más utilizadas en el mundo luego de Facebook y TikTok.
Si observamos el panorama de los últimos años con detención, podríamos hacer el enlace con la distópica novela de George Orwell, 1984, donde el monopolio del poder estaba centrado en el Gran Hermano, que todo lo controlaba, que todo lo sabía; porque el gran sueño de los gobiernos siempre fue saber qué estabas pensando (¿un deja vú de Facebook?) y hoy por hoy, nosotros somos quienes estamos entregando nuestra información a través de las distintas aplicaciones gratuitas instaladas en nuestro celular.
No es menor que en el Reino Unido 1 de cada 10 usuarios de móviles ahora tenga un celular antiguo, de esos sin redes sociales ni cámaras.
Porque, para ser honestos, a más de alguien le habrá pasado que conversando con amigos/as sobre zapatillas o viajes, luego le apareciera publicidad de zapatillas o viajes en alguna de las redes sociales instaladas en el teléfono inteligente.
+ seguridad + confianza
En momentos en que el mundo parece una serie de ficción, con revueltas sociales por doquier, polarización política, pandemias de por medio, guerras y un aumento de la utilización de la tecnología, es importante tener en consideración las aplicaciones más seguras con nuestra información; es todo un desafío ser más conscientes con nuestros datos y evitar, dentro de lo posible, que no sean mal utilizados por empresas como Cambridge Analytica, caso expuesto de manera magistral por el documental Nada es privado.
Pese a que WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas por los/as usuarios/as en todo el planeta, Signal y Telegram se posicionan como las más seguras del mercado.
¿Las razones?
A continuación las revisamos
Signal
De código abierto, Signal es una plataforma de mensajería y llamadas. Permite el envío de mensajes de texto y de voz, videos, documentos e imágenes de alta calidad y es consideraba una de las más seguras debido a que el contenido generado por los/las usuarios/as no se almacena en el servidor de la compañía (como sí lo hace WhatsApp).
Los mensajes, al ser cifrados, no se pueden interceptar y dispone de una opción para autodestruirlos. Por si fuera poco lo anterior, avisa si alguien le hizo una captura de pantalla del chat.
Telegram
Mezcla de correo electrónico y plataforma de mensajería, Telegram es una aplicación que garantiza la seguridad de los datos de sus usuarios ya que permite el envío de los mensajes en todos los dispositivos sincronizados gracias a su sistema de cifrado respaldado en la “nube”.
Se pueden enviar cualquier tipo de archivos con un límite de hasta 1,5 GB y se pueden hacer llamadas encriptadas que solo el/la emisor y destinatario pueden leerlo
Aún es más: se puede configurar para que los mensajes se autodestruyan.
Según Mark Zuckerberg, CEO de Facebook (ahora Meta), tiene más de 1.500 millones de usuarios registrados y tiene un sistema de cifrado de extremo a extremo. Sin embargo, la información se almacena en sus servidores, lo que lo hace menos confiable que las aplicaciones anteriores considerando el historial de Facebook y la entrega de datos de sus usuarios/as a empresas externas.
Datos que se vinculan a tu cuenta
Para saber un poco más cómo opera cada una y qué información estás entregando al momento de instalar una aplicación de mensajería, te dejamos el siguiente cuadro con los datos que se vinculan a tu cuenta.
WhatsApp: número de teléfono, ID de usuario, contactos, ID de dispositivo, datos de publicidad, historial de compras, ubicación aproximada, número de teléfono, correo electrónico, interacción del producto, informe de fallos, informes de rendimiento, información de pagos, atención al cliente, otro contenido de usuario
Telegram: número de teléfono, id de usuario, contactos, nombre de tu cuenta
Signal: número de teléfono
Interesante, ¿no?
¿Conoces otras aplicaciones más seguras?
¡Cuéntanos!
